No apagues tu luz, mucho menos en tiempos difíciles. No te conviertas en la oscuridad que te rodea. Es parte de tu entorno pero no eres esa oscuridad. Eres llamado a brillar y a servir a la Re-Evolución Divina y desde allí, a ser feliz.
Todos somos faros de nosotros mismos y en algún momento, de alguien más.
Puede ser más complicado encender tu luz en etapas de adversidad pero es cuando más necesitas recurrir a tus talentos y dones para iluminar tu Camino y quizá, el Camino de alguien más.
No sabemos a quién y a cuántos puede inspirar tu presencia y tu luz….¡BRILLA!
Con amor…Psicóloga Ana Lilia Álvarez Constantino.