Estamos en el último mes del año, consciente o inconscientemente hacemos un balance de lo vivido, lo logrado, lo perdido, lo superado, etc.
Crea tu propio tiempo y espacio para revisar lo que has vivido este año y acomoda todo ello en tu corazón, en tu historia. Todo cabe y todo pertenece.
Habrá situaciones que cerrar y otras por seguir trabajando en el siguiente año. No las juzgues ni te juzgues. Todo lo ocurrido ha sido necesario para tenerte aquí y ahora. Podemos automirarnos compasivamente para seguir creciendo.
Puedes hacer una lista de las cosas que agradeces de este año y otra de las logradas, y una más de lo que quieres mejorar y de lo que quieres conservar en el siguiente año.
Más que una lista de propósitos, concreta tus objetivos con acciones alcanzables y claras.
Y recuerda: si hay algo que dejar en este 2015 estás a tiempo de hacer cierres en estos últimos días. Es una forma de llegar ligero a un nuevo inicio. Revísate sin juzgarte. Ama, cierra y transfórmate.

Psicóloga Ana Lilia Álvarez Constantino.